La Salida: unos pensamientos volando sobre el Atlántico

bambou chinois

Madrid-Cancún, 9 horas de vuelo para cruzar el Atlántico. Ya está, ahí estoy, o casi… Pero donde estoy, por cierto? Perdida entre dos husos horarios y dos continentes, mis referencias espacio-temporales están sometidas a dura prueba.

Los largos viajes siempre me parecen bastante desconcertantes y me encanta esta sensación. Estas «pausas » entre dos mundos, dos burbujas, dos capítulos de mi vida, se convierten en un momento de meditación en el que, solo con mi misma, mi espíritu vaga; las preguntas fusan: el antes ? el después ? Dispuesta a comerse el presente ?

El Antes

avionPero como he llegado aquí?

Pensar a esta sucesión de pequeños eventos, todos surgidos más o menos por casualidad, todos estos eslabones que forman la cadena de la vida (que bonito lo que escribo, eh?! :p), es una locura. Quizás sea fácil encontrarse en este juego interminable de los «y si?»…

«Y si no hubiera tenido este trabajo en Barcelona? Y si no hubiera elegido especializarme en hostelería? Y si no hubiera elegido estudiar comercio después de mi bachillerato científico (estaba a punto de estudiar biología, nada que ver!)?… A veces, puede venir de muy lejos… Y si no hubiera nacido en mi pueblecito de Loiret-Cher? Y si mis padres no hubieran divorciado?»

No creo en una religión en particular, sin embargo creo en una especie de « destino ». Es tranquilizador, claro está, es un poco una solución de facilidad. Pero no por tanto me dejo llevar y si, agarro mi vida por el cuello. Pero aceptar de soltarse en los eventos exteriores incontrolables es fundamental para vivir más sereno y más feliz. Así pienso yo.

Aprender a aceptar lo que no hemos elegido, es un largo camino y no siempre es fácil… Seguramente no soy un ejemplo que seguir sobre este punto. Pero ser consciente de ello ayuda, sin duda. De la misma forma, saber asumir sus decisiones pasadas, no vivir con remordimientos (o peor aún arrepentimientos) es para mí una línea de conducta. No existe UN camino perfecto, pero una multitud de posibilidades: tomar una decisión, es ante todo renunciar a las otras. Y que la experiencia sea un éxito o un fracaso, siempre se aprende y eso es lo importante. Lo principal es aprender y hacer un uso eficaz de esas lecciones de vida. Alice, lectora del blog, nos propone una citación del famoso poema español Antonio Machado para ilustrar este reflexione:

«Caminante no hay camino, se hace camino al andar.» Antonio Machado (el poema completo aqui)

El Después

Así, cuando me doy la vuelta para contemplar este camino recorrido en los 27 años que han compuesto mi vida, me lleno de alegría. Me gusta definitivamente mi viaje. Y me gusta tanto el que me espera.

He decidido de (volver a) irme para varios meses de vida nómada en solitario. Ya había probado este tipo de experiencia (dos meses a través de Nueva Zelanda con Gabi, un mes en Tailandia y un mes en las rutas de España). Pero al final, siempre ha sido bastante corto y nunca he estado sola más de 3 semanas. Este sentimiento de lanzarse así al desconocido sin fecha de retorno puede dar miedo, pero ante todo es excitante, un sentimiento único y que encuentro difícil de explicar, como una dulce subida de adrenalina.

El hecho de tener aquí un proyecto, una misión de viaje, una línea directora, es la primera vez que ocurre y me encanta! Sobre todo por este tipo de viaje. Es la primera vez que embarco así, en una experiencia que me llena tanto, que me corresponde tanto. Este « Hospitality Tour» contiene todos los ingredientes de mi cóctel favorito: encuentros con los locales (ron…), buen equilibrio entre planificación  e improvisación (hielo picado) y por primera vez una dimensión profesional y ecológica (menta y limón!). (Ya habéis adivinado mi cóctel favorito, jajaja, que fácil  os lo he puesto !)

He pasado los dos últimos meses un poco con los ojos cerrados a preparar el sitio internet, establecer contactos con hosteleros, difundir el evento y a ningún momento he tenido alguna duda (a partir del momento en que he tomado mi decisión), este proyecto es una evidencia.

Comerse el presente

Aleph - Paulo Coelho

Me he dado cuento al aeropuerto que iba a tener diez horas de viaje, no es nada! Y mi batería de ordenador que apenas dura 2 horas… Si, vale, soy una marmota, pero es mucho tiempo… Por eso he adoptado un libro de bolsillo «Aleph» de Paulo Coelho.

A la hora de escribir este texto, estoy solo a la página 37 de este libro. Pero su lectura ya me inspira, va a gustarme mucho este libro! Y he tenido la gana, la necesidad de hacer una pausa para exteriorizar estas pequeñas reflexiones y retomar luego mi lectura más serenamente.

«Los bambús (o bambuseae) son de una de las familias botánicas más extensas e importantes para el hombre. Los bambús pueden ser plantas pequeñas de menos de 1 m de largo y con los tallos de medio centímetro de diámetro, aunque también los hay gigantes: de unos 25 m de alto y 30 cm de diámetro. Están presentes de manera natural en todos los continentes a excepción de Europa.” Dixit Wikipedia

Paulo Coelho habla del «bambú chino». Este bambú pasa los 5 primeros años bajo tierra para desarrollar fuertes raíce y luego, de golpe, sale de la tierra y alcanza 25 metros!

La metáfora me gusta y tengo la sensación de estar justamente a este estadio de crecimiento, preparada para salir de tierra… Con este proyecto, entro en acción, de verdad, con toda mi energía, voluntad y curiosidad.

Listos para la ascensión?


¿Y vosotros?

Habéis leído «Aleph» ?
Apreciáis los largos viajes en solo?

Traducción de Alice Tabourin